lunes, 25 de abril de 2016

Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción

Introducción
A lo largo de la vida en la tierra han ido y venido diferentes tipos de vida, y cada una de ellas han culminado.
En la época actual existen varias especies de vida, la humana, las aves, acuática, terrestre. Pero de las que abordaremos el tema, son las últimas dos, llamados mamíferos acuaticos, felinos, cánidos, osos.

La Norma oficial mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) proporciona una lista de 295 especies y subespecies de mamíferos en alguna categoría de riesgo. Cervantes et al. (2003) menciona 450 especies de mamíferos terrestres, y Ceballos y Oliva (2005) reportan 525 especies, reconociendo 230 especies mexicanas en riesgo. Sin contar las demás alrededor del mundo.

Desarrolló

Mamíferos marinos
En la mayoría de ellas se debe a la destrucción del hábitat en nuestro país. La cacería ilegal sigue siendo un grave problema: la falta de regulaciones efectivas e incentivos, propician que muchos pobladores salgan a cazar sin una regulación de temporada, época reproductiva.
Leyes más estrictas como la ley de equilibrio ecológico, apoyadas por convenios internacionales como el Convenio Internacional de Comercio de Especies (CITES) o simplemente porque la defaunación ha hecho cada vez más difícil encontrar piezas, aún falta mucho para regular esta actividad.
Prácticamente todas estas familias están bajo protección especial, porque la gran mayoría de las especies de cetáceos usan las aguas mexicanas como lugar de procreación. Casi todas las especies, además, han sufrido cacherías intensivas, en su mayoría fuera de las aguas mexicanas y tienen bajas tasas reproductivas. Estos estatus de protección corresponden frecuentemente a acuerdos internacionales. Un caso especial son los delfines y las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados en redes de pescadores en las que perecen por asfixia.
La contaminación de los mares y las malas prácticas de pesca también son factores para la desaparición de estas especies. Dos miembros de la familia Otaridae, el lobo marino de california y la foca de Guadalupe, aparecen en la Norma, el primero bajo protección especial y el segundo, en peligro. Los pequeños carnívoros, está bajo los zorrillos, las comadrejas, los cacomixtles, etcétera. Éstos se encuentran en peligro de extinción, principalmente por la destrucción de su hábitat, o bien por la caza directa.

Felinos
Como en el caso de muchos otros felinos, no se conoce realmente la situación real del estado de conservación de esta especie, entre otras causas porque, como todos los felinos americanos, es solitario y tiene hábitos nocturnos, además de ser sigiloso por naturaleza. Gracias a esto prácticamente se conocen los ejemplares que interactúan con el hombre, desgraciadamente casi siempre de manera negativa.
El Puma (Felis concolor) es un felino que habita en los bosques del norte del país, de donde es originario, y ha migrado hasta el sur del continente. Siendo la única especie, la falta de hábitat ha hecho que las pequeñas poblaciones que aún existen emigren hacia hábitats más tropicales. Su situación es quizá más desconocida que la del Jaguar. Es la única especie de los felinos que no aparece en la norma oficial bajo ninguna condición de riesgo.
De los pequeños félidos el jaguarundi (Herpailurus jaguarundi) es la especie que se encuentra en mayor peligro de extinción.
Los dos pequeños gatos manchados: el magray (Leopardos weddii) y el ocelote (Leopardus pardalis), están en la característica de en peligro. Estos animales, que no rebasan los 10 kg de peso, viven en las zonas selváticas, desde el sur del país hasta sudamerica. Son perseguidos por sus pieles, aunque, como en el caso del jaguar, este comercio ha disminuido.
 De ahí que existan pocos reportes sobre la especie, a pesar de no encontrarse “oficialmente” en peligro. Debido a la disminución de su hábitat natural y la presencia misma de gatos domésticos con los que esta especie puede entrecruzarse, en algún momento puede desaparecer.

Osos
Otro grupo importante de grandes carnívoros es el de los osos. En México alguna vez habitaron las dos especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli (Ursus arctos) y el Oso Negro (Ursus americanus). El primero aparece en la NOM-059 con el estatus de extirpado del medio natural
La especie que se mantiene en México es el Oso Negro. También es carnívoro y se sabe que puede cazar y depredar ganado. La mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas, frutos y varios vegetales, por lo que es percibido como una amenaza menor para la población humana. En la norma oficial mexicana esta especie figura como “en peligro y en la modificación que se hizo en el 2008, se reconoce a la población que habita en la Sierra del Burro, en Coahuila, como de protección especial. Recientemente varios indicios permiten suponer que esta especie puede estar presentando un regreso importante (Doan-Crider y Hewitt, 2005), particularmente en el norte del estado de Coahuila, en la llamada Sierrra del Burro. Resulta interesante lo reportado por DoanCrider (2002), en el sentido de que ganaderos privados permiteron la presencia de osos en sus ranchos. Al unir sus tierras crearon una superficie lo suficientemente amplia para que esta especie se reproduzca e, incluso, sirva de apoyo genético a las poblaciones del Parque Big Bend, en Texas. Es por esto que la NOM-059 resalta el valor específico de esta población

Cánidos
La familia de los cánidos es la tercera de los grandes depredadores. Cervantes et al. Reconocen cuatro especies de esta familia: el coyote (Canis latrans) y la zorra gris (Urocyon cineroargentatus) no están considerados en peligro por la NOM-059-2001. Son especies muy adaptables y esquivas, con altos potenciales reproductivos y omnívoros, por lo que pueden comer prácticamente lo que sea. Dos especies más de la familia cánide sí aparecen en la Norma
Los últimos ejemplares de que se tenga evidencia científica, fueron capturados a finales de la década de los setenta en Durango y Chihuaha. Desde entonces los escasos reportes de aullidos o avistamientos no han podido ser comprobados.
El lobo mexicano tiene una historia de recuperación que demuestra que el trabajo decidido y en conjunto da resultados importantes. A partir de sólo cinco lobos capturados, más unos cuantos más que se encontraban en un rancho texano y algunos albergados en el zoológico de San Juan de Aragón, se cuenta ahora con más de 300 en zoológicos de México y Estados Unidos.
El lobo, como ninguna otra especie de mamífero, fue perseguido, cazado, envenenado y exterminado en México, principalmente por la depredación que causó está muy adaptable especie sobre el ganado ovino, vacuno y caballar, además de ser la causante, como se le atribuyó, de la diseminación de la rabia entre los perros domésticos.



Conclusión
Si bien se han ido creando leyes y normas en México y en otros continentes, aun no se ha creado conciencia humana, para proteger debidamente a los animales como antes lo hacían, no respetamos el ciclo de la vida, si tomamos mucho se acaba obvio y acabándose no se tendrá nada. Se han hecho campañas pero son pocas, por eso como bien dijo Pitágoras: educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Ellos son el futuro y a ellos también hay que enseñarles.


¿Por qué elegí este tema?

En la actualidad nos enfrentamos a diferentes cambios, climáticos, sociales, personales, pero a mí me interesa mucho la conservación de las especies animales,  porque son los que más corren peligro y que no pueden defenderse, nosotros corremos pero ellos  ¿a dónde van?

¿De dónde partí para empezar a escribir?

Pensando, sobre qué pasaría si se acabara la vida silvestre y acuática, sin dejar de lado las aves, es un tema preocupante, que no a toda la sociedad le interesa.

Miguel Ángel Armella Villalpando
Profesor titular del departamento de Biología en la UAM-Iztapalapa
 Ma. de Lourdes Yáñez López Profesora titular del departamento de Biotecnología en la UAMIztapalapa